Receta de solomillo de cerdo al Roquefort


Comensales: 4
Tiempo aproximado: 30 minutos 




Una receta más del blog, elaborada con solomillo de cerdo. Como a tod@s, nos gusta ir variando en nuestras recetas, os propongo esta también. 

Claro, he de especificar, receta solo para amantes del queso ¡jejeje!. Es broma, pero os he de decir que yo si lo soy bastante y esta manera de comer el solomillo, pues que os voy a decir... ¡Me encanta!

Una receta para grandes y peques, detallando que con l@s pequeñ@s de la casa, casi siempre tenemos los problemillas de que les hace "bola" en la boca cuando mastican carne en general ¿No?

Si acompañamos de vez en cuando con alguna salsa la carne que preparemos para nuestros peques, les ayudará a masticar y pasar bien la carne.

La verdad que es una carne que con el tiempo de cocción exacto y posterior reposo, está buenísima.

Solo necesitamos los siguientes ingredientes para elaborar la receta:


2 filetes de solomillo de cerdo
(Aproximadamente 400 gr c/u)

Y para la salsa al roquefort, os dejo el siguiente enlace a mi receta: Salsa al roquefort



Empezando la receta por la salsa al roquefort y después por los solomillos de cerdo
Les quitamos las pocas vetas blancas que tienen en la superficie, que queden bien limpios.


Los cortamos a medallones aproximadamente de un dedo de grosor. Cogemos una sartén o una plancha, donde os sea más fácil de manejar y la ponemos a fuego alto.

Cuando esté bien caliente, empezamos a cocinar los medallones durante un par o tres minutos como máximo, por cada lado.
Echamos una pizca de aceite de oliva por encima. Primero por una cara y después por la otra, ojo de no hacerlos demasiado. Si nos pasamos al hacerlos, quedarán bastante duros y no disfrutaremos igual de este manjar.


La idea es hacerlos por igual en ambos lados, que el calor suba hasta el centro de cada medallon. Y se aprecie una muy delgada línea rosada por el centro. 
Los retiramos, emplatamos y reservamos. 

Apenas tengamos nuestra salsa al roquefort preparada y bien caliente, añadiremos un par de cucharones por encima de los solomillos. 


Como podéis apreciar en esta última foto, me encanta la salsa al roquefort y me he de dar el lujo de añadir más ¡jejeje! 

¡Buen provecho! 


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